La Yabita es una comunidad de inmigrantes, gran parte de sus habitantes experimentan la pobreza extrema, es un barrio ubicado en la periferia urbana que tiene como características la inestabilidad económica la cual genera pobreza. |
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La problemática a intervenir es: La violencia
intrafamiliar específicamente contra la mujer, debido al alto índice de ingesta
de bebidas alcohólicas.
Determinando
necesidades
La
Yabita es una comunidad ubicada en la zona norte del municipio de Holguín con
una población total de 33.666 habitantes convirtiéndose en la localidad más
poblada de ese municipio, pero a la vez caracterizada por su inestabilidad
económica. La comunidad tiene muchas necesidades que en su mayoría son básicas
y vitales para el desarrollo del ser humano como por ejemplo:
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Falencia de servicios
básicos como alcantarillado, acueducto, medios de comunicación.
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Carece de escuelas o
centros de estudio en donde los habitantes puedan acceder a la preparación académica. Un gran
porcentaje de los miembros de la comunidad son letrados, y este porcentaje se
concentra más en el género femenino, el máximo nivel de estudio es hasta noveno
grado, lo cual es una limitante para acceder al desarrollo laborar y personal.
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En esta zona tampoco
existen empresas o industrias que generen fuentes de empleo digno para las
personas.
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La comunidad carece de centros médicos o de
salud.
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Faltan tiendas donde
puedan abastecerse de los productos básicos de la canasta familiar.
Marco Conceptual
Muchos
estudios realizados en América Latina y otras regiones del mundo han mostrado
que la violencia intrafamiliar es una amenaza importante contra la salud y el
bienestar de las mujeres. Sin embargo, es básicamente a partir de la Convención
de Belém do Pará (Comité de América Latina y el Caribe para la defensa de los
derechos de la mujer, 1994), que varios países latinoamericanos identificaron
esta amenaza y han llevado a cabo acciones para tipificar la violencia familiar
como un delito por el que se debe sancionar al agresor. Debido a la naturaleza compleja
del fenómeno, el concepto de violencia es difícil de definir. Por ello, vale la
pena revisar algunas propuestas. Lori Heise (1994) expresa: “No existe una definición
única que manejen los activistas. Para algunas personas debe incluir cualquier
acto u omisión que cause daño a las mujeres o las mantenga en una posición de
subordinación. Una definición amplia permitiría incluir muchas violaciones de
los derechos humanos de las mujeres bajo el concepto de violencia. Llamar a
todo violencia limita la utilidad del concepto para describir estas formas
tradicionales de abuso, como la violación y el abuso de las mujeres en las
relaciones íntimas” (p. 46). Lo que
distingue a la violencia contra la mujer de otras formas de violencia es la
fuerza o coerción (ya sea física, sexual, económica o psicológica) alentada y
tolerada socialmente, siempre que las víctimas son mujeres. En ocasiones, esta
fuerza se aplica de manera consciente para mantener el poder y control
masculino; en otras, no existe esta intención, sin embargo su efecto causa
daños que refuerzan la subordinación femenina.
La violencia intrafamiliar, como concepto
viene gracias a los movimientos de mujeres que hicieron visible la violencia
conyugal y con su contestación hicieron posible considerar que la violencia
contra la mujer dentro del hogar, es una violación de derechos humanos. Hace
parte de la visión culturalmente asumida en las sociedades sobre el matrimonio,
la crianza de los hijos, las relaciones de pareja y varía de cultura en
cultura, de contexto en contexto pero está presente en todas las clases
sociales, es decir que no es “patrimonio de la pobreza”. Entendemos la
violencia intrafamiliar como el abuso que ejercen unos miembros de la familia
sobre otros. Puede ser física, sexual o psicológica, y causar daño, sufrimiento
físico, sexual y psicológico (Lemaitre, 2000: 25). Esto quiere decir que la
violencia intrafamiliar involucra desde los castigos, gritos, insultos, golpes,
malos tratos, hasta la violación y muerte de alguno de los miembros.
Aplicación del modelo estrés psicosocial
Según
el modelo de estrés psicosocial los eventos estresantes están determinados tanto por las características psicológicas de la
personas en la situación, como por los elementos del entorno. El modelo se
centra en el individuo y en el escenario social, además propicia la
participación en diversos acontecimientos que posteriormente le puedan causar
cambios psicológicos. Las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar
desarrollan actitudes negativas como consecuencia de la situación problemática
que viven, pueden ser sociales o de conducta.
Una situación que se desencadena del maltrato a la mujer es:
Baja autoestima: al ser maltratadas las
mujeres pierden el respeto por sí mismas. Se sienten indignas de ser amadas y
respetadas por los demás y poco valiosas, generando como consecuencias,
depresión y falta de inspiración para la vida.
Las mujeres de la comunidad la yabita son víctimas de maltrato ya
que las condiciones de marginación y de desigualdad social en la que se
encuentran ellas y sus familias genera preocupación y angustia, sus esposos
pretenden mitigar sus frustraciones con la ingesta de bebidas alcohólicas, el
resultado es el maltrato intrafamiliar sobre todo contra la mujer.
Se debe tener en cuenta en la aplicación del modelo de estrés
psicosocial los siguientes pasos:
- Reconocer la comunidad para llevar a cabo una evaluación preliminar. Verificar la naturaleza y alcance de la situación mediante consultas con el personal.
- Establecer contacto y brindar apoyo psicosocial.
- Consultar el plan de preparación y respuesta en salud mental y apoyo psicosocial, adaptarlo a la situación y establecer un mecanismo de coordinación permanente.
- Diseñar intervenciones sobre la base de una información suficiente y fijar un calendario de actividades.Establecer un sistema para compartir los resultados y mejorar la práctica.